"Quién dará vida al bello esclavo sino su amo?. Sus rasgos pueden ser perfectos y su cuerpo hermoso, pero sólo su señor posee el corazón del siervo que vive por y para el placer de su dueño. De su amante y de su dios. El es sólo un pobre perro triste si le falta la mano que sujete la cadena con firmeza y afecto. Solamente es carne sin el alma que le regala el amo al fecundarlo de amor"
ANDREAS

domingo, 23 de enero de 2011

33 La noticia

Alex no pudo dormir la siesta después que su amo le volviese a perforar el culo tras hacerse unas mamadas mutuamente. Se le puso un nudo en la garganta pensando en que Diego pronto se iría de la casa, seguramente con Pablo, porque se habían oído los gritos y exclamaciones de placer que lanzaron desde la habitación de invitados donde se suponía que iban a descansar y dormir un rato. Si consiguieron pegar ojo, desde luego debió de ser con dos polvos dentro de la barriga de Diego, porque el jolgorio erótico se había repetido por dos veces con un breve silencio por medio.



Y si les había ido tan bien a los dos, era presumible que las intenciones de Alejandro de unir a su amigo y al chico estaban encaminadas al éxito. Pero Alex por un lado se alegraba por Diego, pero también sentía pena al perder su compañía y no tenerlo a mano para jugar partidas de fútbol o balón cesto en la consola. O charlar de cosas de chavales sin más importancia que tomarse el pelo uno al otro. La verdad es que se llevaban muy bien y ya lograban entenderse sin necesidad de palabras. Cosa muy útil cuando querían darle una sorpresa a Alejandro cuando lo veían cansado o preocupado por algo. A veces parecían mellizos y que pensaban lo mismo.

Los movimientos del crío despertaron a su amo y éste lo abrazó por detrás y le dijo: “Qué te pasa?..... No quieres que se vaya Diego?........ El también necesita tener un dueño para ser feliz. Aquí está bien, pero aunque lo use en el sótano o lo preñe, no será mi esclavo. Y eso no es suficiente para un ser como él y como tú...... Te imaginas tu vida sin un amo?”. Alex rompió a llorar y exclamó: “Eso no!. Mi vida eres tú y sin ti no la quiero. Yo no necesito sólo un amo. Necesito al que tengo y no a otro. Sólo tú podrías ser mi amo!”.

Alejandro le dio la vuelta para verle la cara y besarlo y lo apretó contra el pecho, diciéndole: “Mi vida, te hicieron para ser mío y así será para siempre. Y sólo puedes existir tú dentro de mi pecho. Nadie más cabe, porque lo ocupas todo sin dejar ni un resquicio de mí sin llenar....... Pero no has pensado que Diego también quiera lo mismo que tú?. Y puedes estar seguro que no se irá de esta casa mientras yo no esté convencido de lo que es mejor para el chico. Me gustaría que perteneciese a Pablo, si se quieran y disfrutan los dos Y ojalá lleguen a amarse como nosotros y que él y tú os veáis lo más posible. Pero tienes que desear lo mejor para tu amigo y no pensar sólo en lo que sientes por él..... No llores y deja que las cosas transcurran por su orden y a su tiempo”.

El amo cortó las lágrimas del esclavo a besos en los ojos y en la boca y Alex se dio cuenta una vez más del profundo amor que sentía por Alejandro. Era algo más que la adoración de un esclavo por su dios. Era la fuerza conque su amo lo engullía y lo anulaba como otra criatura.

El esclavo ya estaba excitado, pero el amo le dijo: “Ahora no, Alex. Más tarde que tenemos que levantarnos y atender a esos dos si dejan de follar, claro. Porque me parece que le están dando otra vez. Pablito va a quedar agotado. No debió follar tantas veces seguidas en su vida. Y menos con esa flor de invernadero que tenía por novio. Es de los de mírame y no me toques. A no ser que quisiese engatusarlo para conseguir algún antojo caro. Menuda puta!..... Vamos, chaval!. Mueve el culo y prepárame la ducha que quiero que me laves como tú sabes..... Venga, que eres el putito más lindo del mundo!”.

Pablo se despidió muy cariñosamente de Diego y le recordó que antes de terminar la semana quería darle otro repaso en la consulta para revisarlo entero. Le guiñó un ojo a Alejandro, besó a Alex, le metió un morreo al otro chaval y se fue. Los tres quedaron solos y Alejandro dijo que tenía que ver unos papeles y que no le molestasen. Dejaba a los chicos para que hablasen tranquilos y Diego le dijese a Alex si realmente estaba a gusto con Pablo y si ya surgiera una chispa hacia él para ser su amo.

Diego estaba exultante y levantó en vilo a su amigo girando como un loco. Alex reía y le preguntaba que le había dado Pablo para ponerlo así. Y el chaval sólo le dijo: “Me dio cariño además de mucho sexo y hacerme sentir un gran dolor controlado por él..... Hizo que me sintiese suyo, Alex. Te das cuenta?.


 Si me aceptase como esclavo ya no sería un perro sin amo. Un animal vagabundo que no sabe donde meterse ni que será de él al día siguiente. Puedo tener un dueño que me quiera como lo tienes tú”. En ese punto ya lagrimeaban los dos críos con las frentes pegadas. Y Alex le dijo a él: “No te irás de esta casa hasta que mi amo sepa que serás feliz. Así que nunca andarás por la calle abandonado y yo siempre seré tu amigo y podrás saber que pasará al día siguiente igual que yo”. Diego miró fijamente a su amigo y le respondió; “Gracias, Alex. Necesito sentirme querido y sólo tu amo y tú lo habíais conseguido hasta ahora. Os quiero mucho a los dos y le agradezco a Pablo lo que ya me ha dado aunque todo se quede en eso solamente”.
Alex puso cara de pillo con media sonrisa y le dijo: “Le gustas y creo que también te quiere.... Estoy seguro que ya te preñó bien preñado. Y como estuvieses madura tendremos camada pronto, zorra!”.
Diego se echó a reír, pero tuvo que admitir que ya se sentía raro y notaba como la barriga le creciera con tanta leche que le había metido Pablo esa tarde. Efectivamente lo había preñado tres veces y bien preñado además. Al levantarse de la cama le iba escurriendo el semen patas a bajo sin poder retenerlo con el esfínter por estar demasiado dilatado. Pablo le había puesto el agujero como una tobera entre meterle los dedos y la polla.

Cuando Alejandro fue junto a los chavales, estaban absortos con los mandos de la consola jugando un emocionante partido de tenis del Roland Garros, entre los dos mejores jugadores del mundo, Diego y Alex. El amo los sorprendió y les agarró por una oreja preguntando: “No tenéis nada mejor que hacer?”. “No, amo. Yo ya hice todo lo que me encargaste”, respondió Alex. Y su amo añadió: “Pues falta la merienda, porque tengo hambre. Así que ya podéis ir pensando en que me vais a servir para tenerme contento y que no tenga que calentaros el culo a los dos. Os veo muy vagos últimamente, pero eso se va a acabar. Tú, Alex, vas a empezar las clases en la universidad y a ti, Diego, te espera una afamada escuela de hostelería donde aprenderás a ser el mejor cocinero de este país. Ya lo tengo todo hablado e incluso se lo comenté a Pablo y también está de acuerdo. Y si vemos que das la talla montaremos un restaurante para que asombres al mundo con tu habilidad y tu imaginación para esto de los fogones. Ya estáis perdiendo el tiempo para ir a la cocina”.

Diego quedó pasmado y no reaccionaba. Y Alejandro lo abrazó por la cintura y añadió: “Tengo buenas noticias para ti. Pablo será tu amo. No sólo le gustas. Le has caído bien y empieza a quererte. Pero seguirás en esta casa unos días y él vendrá a verte. No creerías que iba a dejarte de cualquier manera?. Para Alex y para mí eres de la familia, así que no te librarás de nosotros”. El chico se apretó contra Alejandro y exclamó: “Es lo último que desearía en el mundo, señor. Tanto a Alex como a ti os quiero demasiado para separarme del todo de vosotros. Sois lo único que tengo. Y ahora a Pablo también. Y lo voy a querer mucho porque ya me siento su esclavo aunque no esté en su casa. Y gracias por todo lo que me has dado y todavía me das. Buscaré un trabajo en algún sitio para pagar esos estudios”. Alejandro le dio un cachete afectuoso en la mejilla y le dijo: “Tú sólo tienes que aprovechar el tiempo y aprender. La financiación no es cosa que te importe. Pronto irás a casa de tu amo y verás lo bien que lo pasaremos los cuatro cenando juntos y partiéndoos el culo sobre el mantel. Seguro que Pablo te pinchará la polla con el tenedor mientras te folla y te correrás como una guarra”. “Seguro que sí, señor”, respondió el esclavo de Pablo.

Y asimiladas las noticias, el amo degustó una rica merienda servida por los dos esclavos, que compartió con ellos entre bromas y risas. El futuro de Diego estaba resuelto y a Alejandro todo le sabía mejor al ver a los dos muchachos con tanta alegría y desenfado. Pero esa noche el culito de Alex pagaría tanta satisfacción, porque si las cosas salían al gusto de su amo, éste se ponía muy cachondo y naturalmente desahogaba su lujuria en el esclavo. Y el crío encantado de servir de pozo sin fondo para la verga de su señor.

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