"Quién dará vida al bello esclavo sino su amo?. Sus rasgos pueden ser perfectos y su cuerpo hermoso, pero sólo su señor posee el corazón del siervo que vive por y para el placer de su dueño. De su amante y de su dios. El es sólo un pobre perro triste si le falta la mano que sujete la cadena con firmeza y afecto. Solamente es carne sin el alma que le regala el amo al fecundarlo de amor"
ANDREAS

domingo, 23 de enero de 2011

60 La propuesta

Alejandro ya estaba maquinando sus planes cuando llegaron Pablo y Diego al pazo. El y sus chicos sólo comían en el pazo con la familia de Guille, Isidro y el resto de sus invitados, porque prefería dormir y pasar la mayor parte del día en la casa que le gustaba a Guille, desde la que se veía la preciosa bahía y tenía una pequeña finca que la aislaba de mirones.

Guille se encontraba más cómodo en esa casa, construida con piedra del país y al estilo rústico de la zona, porque le resultaba más acogedora que el pazo. Y a Alejandro le gustaba su ubicación y también le parecía bonita y agradable con su porche desde el que se dominaba la playa. Además en ella tenía más intimidad para estar con sus esclavos y gozar como le diese la gana sin preocuparse de miradas u oídos indiscretos para romperles el culo a vergazos y azotes.


La casa necesitaba algunos arreglos, pero la madre del muchacho no quería gastar nada en ella, puesto que su intención era venderla y obtener algunos recursos monetarios para invertir en la casa solariega, siempre precisada de obras de mantenimiento.
Y a Alejandro se le iluminó la bombilla de la mente y se propuso adquirir esa finca. De ese modo, Guille no se desvincularía tanto de su tierra ni de su madre, dado que vendrían con cierta frecuencia a pasar algunos días en la casa.
Y, de paso, los chicos podrían estar en la playa y nadar y hacer ejercicio respirando el aire del mar. Por dinero no iba a discutir con la madre de uno de sus esclavos, así que, a la primera oportunidad, le expondría sus pretensiones a la buena señora, antes de que se enterase Isidro y le pisase el negocio ofreciendo el doble, sólo por quedar bien con el hijo mayor, que ahora era su objetivo y su capricho.

Lo único que cabria esperar sobre el asunto Rober, es que al follárselo Isidro unas cuantas veces no se desencantase como solía ocurrirle con demasiada frecuencia. Lo cual sería una verdadera lástima, porque, diferencias a parte con su hermano, el chico era un buen tío y muy agradable en todos los aspectos, además del físico. Aunque puede que necesitase un hombre que le corrigiese pequeños defectillos dándole una zurra en alguna que otra ocasión. Por otra parte los dos hermanos estaban bien educados para alternar y moverse en sociedad y hablaban perfectamente el inglés y el francés, casi igual que su lengua vernácula y el castellano. Su madre se preocupó de mandarlos desde pequeños al extranjero para perfeccionar sus conocimientos lingüísticos y los dos chavales no habían desperdiciado el tiempo en ese sentido. Si bien Guille, en otras materias, nunca había sido un buen estudiante e incluso se podría decir que tiraba un poco a vago para eso del estudio. Aspecto que se proponía enderezar Alejandro a la mayor brevedad posible, obligándole a aprovechar mejor el tiempo y obtener el mayor resultado de los estudios que iba a seguir en la misma universidad que Alex.

Pero no quería decirles nada a los chavales, puesto que para Guille sería una sorpresa y un regalo por el amor y fidelidad que había demostrado hacia él. En cuanto al otro crío, estaba seguro que le encantaría disfrutar con su compañero en un lugar asombrosamente tranquilo y hermoso, prácticamente en plena naturaleza todavía. Y, en cierto modo, para Alejandro suponía volver a sus raíces y gozar de nuevo de los veranos de su niñez.

Al encontrarse con Pablo, Alejandro puso al corriente de todo a su amigo y se propusieron seriamente ligar a Isidro con Rober, pero de una manera seria y responsable. No deseaban que su común amigo le metiese uno o dos polvos al chico y si te he visto no me acuerdo. Rober necesitaba un hombre a su lado. Y, por lo que contaba Guille, el que tenía hasta ese momento era un chiquilicuatre absolutamente irresponsable y un memo impresentable. Y estaba claro que el chico no debía continuar con él.

Por otra parte, si cuajaba una relación seria con Isidro, Rober tendría la vida que deseaba y quizás para la que había nacido. El lujo le privaba y las cosas con clase y estilo le hacían flipar en colores. E Isidro era el tal para esas cosas también. En medio del gran mundo se les hacía el culo gaseosa a los dos. Realmente los dos hermanos eran las caras opuestas de una misma moneda. Todo lo que tenía uno de sofisticado y pijo, en el otro era sencillez y naturalidad. Y, por supuesto, Alejandro se quedaba con el segundo aunque quizás el mayor tuviese una cara más bonita. Pero Guille tenía razón al afirmar que su culo era mucho mejor que el de su hermano. El culo del pequeño era para un sobresaliente con mención especial, rematado con barios polvos como premio.



Pablo no se extrañó al saber que Guille había logrado eludir los acosos de Isidro, ya que estaba seguro de la personalidad del crío y su firmeza de carácter para mantenerse en sus convicciones y no claudicar ante propuestas sugerentes ni mucho menos generosas. A Guille sólo le hacía falta el amor de Alejandro y estar con su amigo Alex la mayor parte del tiempo. El resto no eran más que asuntos que no merecían perder el tiempo con ellos. Por eso el médico le dijo a su amigo Alejandro: “Ese crío es tan de ley como tu Alex. No lo pierdas ni desperdicies la oportunidad que se te presenta admitiéndolo a tu lado. Será la segunda joya de tu casa, porque superar a la primera es difícil. Pero no se diferencian mucho los dos en una valoración objetiva y exenta de partidismo. Ambos son guapos y tienen un cuerpo precioso. Y como tíos son de lo mejor. Si no tuviese a Diego te envidiaría muchísimo”.

Alejandro se sonreía con lo que oía en boca de su amigo, pero admitió: “Sé lo que me llevo y lo que tengo en casa. Y sino hubiese visto claro lo que es ese crío, no lo tendría como esclavo en este momento. Ya es mío, Pablo. Y creo que lo fue desde que lo vi en la playa con Alex jugando como niños, antes de desvirgarlo en el monte. No te puedes imaginar lo que es sentir la sensualidad de esa criatura en tu polla. Es pura dinamita, el cabrón!. Y entre los dos me van a dejar seco, pero me muero por ellos y por tenerlos entregados para que les joda el culo”. “No me digas esas cosas que me pones muy cachondo y luego las paga Diego”, alegó Pablo. “Ahora me explico porque me da las gracias tu esclavo después de tener una charla contigo”, dijo Alejandro riéndose. Y los dos amigos se despidieron hasta la hora de la cena, puesto que presumiblemente el médico iba a someter a un profundo reconocimiento a su esclavo Diego.

Alex y Guille estaban husmeando por las antiguas cuadras del pazo cuando vieron salir de un alpendre a Rober componiéndose el atuendo y seguido por Isidro que todavía se hebillaba el cinturón para sujetarse los pantalones. Al parecer el hermano de Guille ya tenía la leche del rico amigo de Alejandro dentro del culo y por las caras de ambos se vislumbraba que el polvo había sido satisfactorio para los dos. Los chicos corrieron en busca de su amo para ponerlo al corriente de los acontecimientos. Y, al dar con él saliendo de la casona, éste les anunció que se quedarían en la otra casa todo el tiempo que estuviesen allí, puesto que era suya, ya que acababa de comprársela a la madre de Guille. El chaval no supo como reaccionar ante la noticia, pero la alegría de Alex pronto disparó su euforia y sin pensarlo ni un minuto se abalanzó para besar a su amo en la boca. Alejandro no le reprendió por su gesto espontáneo y les explicó sus propósitos tanto respecto de los arreglos que iba a realizar en la casa, como su intención de pasar en ella unos días a lo largo del año para que ellos gozasen del aire salado y del agua fría del mar.

Luego enganchó a Guille por encima de los hombros y le dijo: “No quiero que te separes de tu tierra ni de tu madre. Y por eso vendremos con cierta frecuencia a esa casa. Voy a dejarla preciosa y muy confortable para que disfrutemos de ella durante todo el año. Guille, sabes que cada vez que te miro me apetece más darte por culo?”. “Gracias, amo”, respondió el chico. Y Alejandro añadió: “Y también tengo ganas de besarte y apretarte con todas mis fuerzas. No debería decírtelo, pero lo pasé mal cuando supe que Isidro me había tomado la delantera y estaba aquí para intentar meterte la polla hasta por las orejas. Sentí unos celos tremendos y que pretendía robarme algo mío, como si se tratase del mismo Alex. Y por eso vine a toda hostia para recuperarte y no soltarte jamás”. “Amo, yo nunca me iría con otro tío a la cama. Ni aunque no volvieses a follarme más. Mi culo sólo es tuyo, amo, y yo te pertenezco como el perro más fiel que pudieras tener”. Contestó Guille. “Lo sé y por eso has logrado que te quiera y te considere mi esclavo. Ahora quiero que hables con tu hermano y te enteres como le fue con Isidro. Los detalles morbosos no me interesan, pero si puedes sonsacarle algo, mejor”. Guille cumplió el encargo de su amo e hizo que su hermano le contase con todo lujo de detalles la clavada que Isidro le metiera en el viejo alpendre del pazo.

 
Según dijo Rober, Isidro primero lo morreó con abundancia de babas y después que Rober le chupase la polla y él le comiese el culo al chico, la verga de Isidro se deslizó de golpe dentro de Rober y le dejó el recto ardiendo por el roce brutal al que lo sometió. El muchacho salió del cobertizo escarranchado y escocido, pero feliz. Y el adinerado macho que lo montó quedó prendado de las nalgas y el agujero del chico. Pero en opinión de Alejandro, faltó que Isidro el diese unos buenos azotes para tener a Rober comiendo en su mano para siempre. Unas nalgas bien coloradas y calientes siempre son más agradecidas cuando a continuación les rompen el ojete que celosamente guardan entre ellas, como le había hecho él tantas veces a sus chicos.

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