Alejandro abrazó a los dos muchachos y besó en la boca a su esclavo. Pero el otro chico los miró pidiendo también un beso igual, aunque no tuviese tanta pasión. Guille estaba arrobado por el hombre que le había descubierto un mapa más amplio de su anatomía erógena y otras formas diferentes de placer, que no restaban nada a la otra manera de entender el sexo que hasta entonces había practicado con mujeres. Podía seguir disfrutando con ellas y también gozaría del rabo de otro macho si se presentaba nuevamente la oportunidad de tenerlo dentro de su cuerpo. Y pudiendo elegir, se quedaba con Alejandro para que lo follara cuando quisiera.
Alex si fijó en la expresión del otro chaval y con sus ojos verdes le insinuó a su amo que también besase los labios que en un azul intenso buscaban un beso de su boca. Y el amo entendió lo que ya había comprendido el mismo y arrimó a Guille para saborear su entreabierta ansia de sensaciones. Alejandro le preguntó: “Satisfecho?”. “Sí, señor. Y gracias por dejarme probar”, respondió el chaval.
Intercambiaron más saliva entre los tres unos instantes y con un par de palmadas en el culo a cada chico, Alejandro les dijo que se pusieran las bermudas y doblasen las tollas porque bajaban del monte. Y para Guille, ese descenso sería poner los pies en la tierra después de haber volado por el cielo.
Todavía tenía fresca la leche dentro de su vientre y el ano irritado, al igual que doloridos los glúteos, pero su polla le indicaba que estaba lista para volver a empezar si quería sentir otra vez ese extraño gusto en el culo, mezcla de dolor, presión, caricia e intenso acoso a sus entrañas. Pero decididamente morboso y adictivo.
Al ir hacia el coche, Guille enganchó a Alex por encima de los hombros y le dijo: “Creo que ya entiendo que te ha dado ese hombre y por qué eres su esclavo. Y ahora no me extraña. Pero entiendo menos a mi hermano por no buscarse otro macho mejor. No digo que tenga que ser como tu amo, pero al menos más hombre y con buena cabeza y no sólo polla. Y sobre todo que le quiera de verdad como Alejandro a ti. Me ha encantado conoceros y saber de primera mano lo que sientes al ser una perra para tu amo. Yo me he visto como una puta zorra deseosa que el macho la monte. Y me ha gustado la hostia ese puto cipote dentro del culo, tío!. Voy escarallado y con las patas medio escarranchadas, pero volvería a ponerme a cuatro patas si él me lo dice. Qué polla tiene y como folla el muy cabrón!..... Y te folla todos los días?”. “Sí”, contestó Alex. “Y te mete más de un polvo?”, quiso saber el otro. “Sí. Y normalmente más de dos”, afirmó Alex. Y el otro chico alucinó y dijo: “Joder, tío. Y cómo lo has encontrado?”. Y Alex le respondió: “No lo encontré. El vino a buscarme y me hizo su esclavo y no me importa como la tenga o cuanto me la meta. Lo principal es que soy suyo y le sirvo para su placer”. “Coño, tío!. Y para el tuyo, joder!. Así tienes ese culito tan rico de tanta polla y leche que te da!”, exclamó Guille.
Al acercarse los chicos a la portezuela del coche, donde ya esperaba Alejandro, les ordenó entrar rápido y que se dejasen de chismorreos. Alex obedeció y Guille lo imitó como un monito amaestrado sentándose otra vez delante junto al conductor. Y Alejandro dijo: “Vamos al pazo a darnos un baño caliente, aunque creo que a vosotros dos os vendrá mejor meteros en agua fría para bajaros la calentura y las pollas..... Guille una cosa es que te guste gozar de distintas facetas del erotismo y otra es la afición que le estás cogiendo a que te den verga a saco...... Prefieres eso a joder con tías?”. Guille se disparó como un cohete: “Bueno..... Es diferente...... Las tías están muy buenas y me gustan mogollón, pero eso que tienes ahí también me mola...... Y cuando quieras me la das otra vez para chuparla, o lo otro. Me has puesto muy cachondo cuando me dabas por el culo, señor!....... Me dejas que te llame así?”. “Y por qué iba a dejarte que lo hagas?. Tu no eres mi esclavo. Sólo Alex me pertenece”, repuso Alejandro.
Guille volvió la cabeza para atrás y sus ojos azules se encontraron con el fuego verde de Alex que le gritaba claramente: “Nunca será tu amo!..... Sólo yo tengo esa suerte!”. “Lo siento. Creí que preferías que lo hiciese aún no siendo tu esclavo”, dijo el chico. Y Alejandro añadió: “Y tienes razón. Porque mientras estés conmigo y te use, estarás al mismo nivel que mi esclavo. Y aunque no lo seas debes tratarme como si lo fueses”. “Gracias, señor”, exclamó Guille sin ver a Alex. Y preguntó: “Puedo bañarme con vosotros?”. Alejandro le sobó el muslo y le contestó: “No. Pero sí cenarás con Alex y conmigo. Y por la noche te follaré otra vez y la leche te la daré en la boca para que la tragues y aprecies el regalo que te hago con ella. Pero antes me lavará mi esclavo y yo a él. Solos los dos, porque mi niño también necesita mi atención”. “Sí, señor...... Gracias, señor....No sé si debí tragar la de Alex hace un rato?”, dijo el chaval. “Si le ordené que te la diese era para que te alimentases con ella. Mi esclavo produce una leche muy buena para desperdiciarla. Y si te doy la mía es porque sé que aprovechaste la suya y la apreciaste en lo que vale”, aclaró Alejandro. “Sí, señor. Me gustó su sabor y tenerla en la lengua...... y tragaré la que tu me digas, señor”, aseguró el muchacho, que ya era todo un aspirante a esclavo ocasional.
El amo se rió satisfecho de lo bien que respondía el chico y le dijo a su esclavo: “Alex, veo que en adelante Guille va a ser buen amigo tuyo..... Lo vas a ser tú también?”.
El esclavo sonrió y haciéndole una caricia en la mejilla a Guille, contestó: “Sí. Amo. Es un buen amigo y me divierto con él. Nada muy bien y casi me gana esta mañana. Pero no pude vencerlo corriendo por la orilla. El está acostumbrado a la arena mojada y yo no.... Pero si volvemos a la playa ya veremos quien llega primero a la otra punta”. “Yo, señor”, afirmó Guille muy seguro. Y añadió: “Y si el premio es lo que yo me sé, le saco tres cuerpos por lo menos, señor...... Solemos jugar al balón en la arena y mis piernas aguantan mejor que las de Alex”. Alejandro rió más fuerte y exclamó: “Me gusta que seáis sanamente competitivos!. Pero creo que Alex te llevará mucha ventaja a la hora de tener mi polla dentro del culo. Así que prepárate para una maratón contra él y a ver cual de los dos resiste más polvos”. “Para eso necesito más práctica, señor. Todavía no puedo competir con él en eso!”, se quejó Guille poniendo cara de derrota anticipada. Y Alejandro le dio un capón en la cabeza y añadió: “Si vienes a visitarnos a Madrid con frecuencia, pronto competirás con él en igualdad de condiciones. Me parece que tienes madera de campeón para eso y las tragarás dobladas en poco tiempo. Y no te desanimes que todo llegará y tendrás tu momento de gloria también!”. “Me invitas a ir a tu casa?”, preguntó el chico asombrado. “Sí. Allí podrás competir en la piscina con Alex. Y luego ya veré donde te entreno para el resto del desafío entre vosotros”, aseveró Alejandro.
Alex quedó taciturno al oír a su dueño y nada más quedarse a solas con él le dijo: “Amo, no metas a Guille en el sótano...... Es mi amigo”. Alejandro lo estrechó fuerte y besándole los labios le respondió: “Ese chico necesita que le den marcha. Y, además, Diego también es tu amigo y estuvo en el sótano”. Alex le miró a lo más profundo de sus ojos y añadió: “Amo, entonces aún no era mi amigo...... No sé si a Guille le gustará sufrir, amo”. “No te preocupes por él, porque nunca será mi esclavo ni lo quiero para tenerlo en una jaula. Sólo deseo que sea tu amigo. Pero eso no quita para que le dé por culo cuando esté con nosotros”, le aseguró el amo. Y el esclavo se lo agradeció.
Y su amo ya le lavaba el culo, metiéndole jabón por el agujero, para dejarlo listo y comérselo antes de salir de la ducha. El esclavo ya presentía el placer que iba a darle a su dueño y le babeaba el pito pensándolo, además del gusto que sentía con las cosquillas que los dedos de su señor le hacían dentro del ano. Alejandro le separó las nalgas al chico y le restregó la raja con la mano abierta, presionando más fuerte al pasar por el esfínter y el esclavo arañaba los azulejos de la pared y se mordía el labio inferior para no chillar de gozo. Ya sabía que iba a follarlo, pero para él siempre era algo nuevo lo que le hacía su amo y cada penetración era tan sorpresiva como la de la primera vez.
Y no se lo folló en la ducha sino en la cama y boca arriba. Diciéndole que le iba a romper el chocho como le haría Guille a una de sus novias antes de ser desvirgado bajo un carvallo. Puesto que ahora, aunque follase a una mujer, si le daban la oportunidad, el agujerito de Guille también servía de coño para un macho que supiese calentárselo. Podía decirse que Guille ya era un machito versátil.
La ultima frase provoca muchas sonrisas picaras!!! muy bueno! besos
ResponderEliminarque culo que tienes como te presentaras en mi cama para vacearte el semen en todo el culo
ResponderEliminary tener en mi cama para hacerte el amor cada rato y hacer que mi polla se me cresca